Publicado el 3 nov. 2017

Cuando se busca el origen de la cosas que en realidad han sucedido y solo se es, lubricante en el engranaje de lo que ocurrió, tal vez resulte más fácil exponer los sentimientos que no te tocan directamente, pero cuando además de buscar ese origen tienes que desenterrarlo para exponerlo, eres parte del engranaje y tienes que tocarlos para recuperarlos, la realidad te desborda, tu consciencia se atasca y no consigue sincronizar, el esfuerzo se multiplica y tu alma se desgasta intentando avanzar para nunca llegar del todo, sobretodo cuando tú intención no es solamente la de escribir una historia para realizar un libro, sino la de escribir un libro para cristalizar una historia como homenaje a una persona, que si bien hace años, simbolizó con su ejemplo para quienes le conocieron –el amor, el respeto la amistad y la concordia entre los pueblos, las clases y las familiar-, tal vez hoy mas que nunca necesitamos recordarlo.